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La concepción y elaboración del medicamento Antroposófico se guía por la misma filosofía y principios que la medicina Antroposófica, es decir, que el ser humano está compuesto de cuerpo, alma y espíritu, y que las patologías que le aquejan están insertadas en su desarrollo y evolución, constituyendo una oportunidad para encontrar nuevas perspectivas en la relación de su individualidad con el medio que le rodea.

Estos medicamentos surgen en Suiza hace casi 100 años, a continuación y como consecuencia de las conferencias impartidas por Rudolf Steiner y la Dra. Ita Wegman a los médicos que asistieron al primer curso de este nuevo enfoque de la medicina. El Método consiste en estudiar la naturaleza en sus diferentes reinos, observarla, trabajar los doce sentidos con cuidadosa mirada. Después estudiar al ser humano en la salud y en la enfermedad con atenta escucha medica. Y en este  binomio naturaleza ↔ hombre encontrar el medicamento como sustancia portadora de luz (que llena el vacío de luz del organismo enfermo). Se hizo pues necesario abordar la elaboración de estas sustancias para el apoyo de la práctica médica.

Las piedras angulares de estos productos están asentadas en la relación que nos une con la naturaleza, una elaboración novedosa de esas sustancias naturales, y la disponibilidad de distintas formas farmacéuticas que permitieran su aplicación.

De la naturaleza se toman sustancias procedentes de los tres reinos: mineral, vegetal y animal. Las sustancias minerales se eligen entre las más representativas, y de alguna manera constituyen la intención de actuar sobre las capas más elevadas del ser humano: lo espiritual. Por su parte, las plantas medicinales son cultivadas por medios biodinámicos, o tomadas en su ambiente natural, teniendo como propósito actuar sobre el proceso patológico en sí. Existen novedosas combinaciones de plantas y minerales que comparten una sinergia terapéutica, para atender aquellos procesos patológicos donde se destacan las manifestaciones sicosomáticas. En fin, las sustancias del reino animal se emplean para dirigir la intención terapéutica a determinados tejidos y/o órganos, así como para estimular su funcionamiento.

La concepción del medicamento “realmente Antroposófico” apunta a mostrar al organismo enfermo un modelo para que recupere por sí mismo su equilibrio. Sin embargo, también puede compartir otras intenciones terapéuticas. El desarrollo de las investigaciones de las patologías a la luz de la medicina Antroposófica, y los resultados obtenidos con la aplicación de la misma, ha ido modificando sensiblemente esa concepción y elaboración, a lo largo de su existencia.